lunes, 5 de noviembre de 2012

La importancia del arte.

Iluminar las profundidades del corazón humano es la misión del artsita
Schumman


Otro de los temas a considerar en este curso sería el de la importancia del arte en cualquier sociedad y tiempo. Autor representativo de estas reflexiones, Wassily Kandinsky, entendía todo producto humano como un reflejo espiritual de su tiempo y a  la obra de arte no sólo como producto de un autor, sino también de la esencia de cada época, por lo que, cuando una sociedad no tiene un representante digno, puede considerarse un momento perdido que no logró distinguirse de lo demás y sólo vivió de formas y principios ya idos.

Para Kandisnky toda obra de arte refleja una visión adelantada de su tiempo y muestra cómo las formas culturales que hoy nos parecen naturales son resultado de una lucha espiritual presente en cada uno de nosotros y en los diferentes grupos sociales. De esta forma, conocer una obra de arte nos permite conocernos a nosotros mismos.

Kandinsky plantea que, espiritualmente, nuestra vida puede entenderse como un triángulo cuya base simboliza el presente que lentamente avanza hacia arriba, es decir, nuestro espíritu busca ascender a través de nuestras acciones.

Pero en la época actual el espíritu de la sociedad muestra rasgos de desesperación: tras su aparente orden se oculta un miedo al "caos" que cada uno de nosotros tiene (y que entra en conflicto con el entorno que nos rodea) y donde la única salida sería dejar llevar nuestro espíritu al pasado, anulando con ello nuestro desarrollo espiritual en beneficio de un supuesto orden.

En esta búsqueda espiritual aparecen 2 tipos extremos de individuos:

    a) Por un lado, los artistas charlatanes cuyas obras no reflejan su tiempo ni pretenden superarlo, sólo se engañan a sí mismos y a los demás:


     b) Por el otro lado, el de aquellos sujetos que están en lo más alto del triángulo espiritual, en la cima, y cuya búsqueda integra todos los elementos (buenos y malos) de su vida como una forma de desarrollo, y como vía para devolver el talento que se les ha dado y contribuir a aclarar la atmósfera espiritual de todos. Estos son los artistas.




Kandinsky sugiere que lo que hace valiosa una obra de arte es su vida interna, cuando la espiritualidad que proyecta nos ayuda a encontrarnos espiritualmente a nosotros mismos.

Como se ve, con esto el arte también tiene sus usos y límites, por lo que es necesario conocer sus características y, así como el cuerpo necesita ejercicio para fortalecerse, el espíritu necesita comprender el punto de vista del artista y el nuestro como espectadores. Esto, que al principio puede parecer muy complicado, es sólo un principio para enriquecer nuestra forma de expresarnos. Se trata entonces de que, al resolver algo, adecuemos sus formas a sus propias necesidades.

Hay que señalar sin embargo que surgen varias preguntas:

¿Cómo valoramos cuando algo es o no arte?
¿Cuándo las cosas son bellas?
¿Por donde empezamos?

Podríamos empezar dicha valoración con los elementos internos que componen la obra y que nos hacen (o no) reflexionar sobre ella, es decir: no se trata de aprender a resolver de la mejor forma un trabajo sino de distinguir aquello que frena nuestro propio avance.

Al mismo tiempo, la sugerencia de Kandisnky es que, al ser una de las artes más sensibles, la música refleja muy bien nuestros cambios espirituales. Sus ritmos y tiempos muestran de forma inmediata las necesidades de alguien (un artista) que muestra su capacidad para expresarse. Así, si a los recursos de la imagen (el color y la forma, por ejemplo) le sumamos los de la música es posible obtener algo como esto:



Entendido esto podríamos ir haciendo, a manera de ejemplo, un análisis a partir de la siguiente obra de 1956 "¿Qué es lo que hace a los hogares de hoy día tan diferentes, tan atractivos?" (Just What Is It That Makes Today's Homes So Different, So Appealing?) de Richard Hamilton :


Saludos...
Wassily Kandinsky. De lo espiritual en el arte.

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